domingo, 21 de septiembre de 2014

VACIOS

Hoy me desperté con la sensación de muchos días de mi vida, a diferencia de que hoy estoy inspirada. Tal vez sea la primavera la que trajo la inspiración, o tal vez fue ella la que me trajo los fríos recuerdos de mi propio vaco.
Del vacío que todos llevamos dentro, la mayoría tiene vacíos que por más que se intenten llenar con otras cosas van a seguir estando, y la mejor manera de superarlos es aceptarlos, y no temerlos.

Mis entradas hablan de la vida en general, o de algún evento mundial importante que nos lleva a movernos internamente, pero nunca he escrito acerca de mi. Hasta hoy...
La primavera es la mejor época de el año, es la época de los amores, de las aventuras, en donde florecen las flores, comienza el calorcito y todo se vuelve radiante. En las personas la sonrisa parece estar todo el tiempo en sus caras, y el brillo en un sus ojos refleja esperanza ante el más imposible de los casos.

¿Y el vacío donde está? El agujero negro de mis pensamientos y sentimientos llegó esta mañana, cuando me levantaba y veía por la ventana el sol resplandecer. Cuando creo que todo va a estar bien y me convierto en la persona fría y sin sentimientos que ronda la casa, inmutable para los demás.
Es ahí cuando me doy cuenta que para las personas de mi entorno sólo soy una carcaza que no expresa nada de lo que hay dentro, y muchos piensen que tal vez no hay nada.
Mi padre por ejemplo cada vez que me ve se queda esperando un abrazo o una palabra dulce de mi parte, pero ¿cómo dársela si nunca recibí un te quiero de su parte, nunca recibí un abrazo suyo, ni siquiera una mirada a los ojos?
Con mi madre pasa lo mismo, ¿cómo espera de mi un halago, si ella nunca me hizo uno, si nunca se preocupó por saber sobre mis gustos, mis horarios ni nada de mi? Ellos creen que comprándonos cosas, a mi y a mis hermano/as nos hacen bien, pero no es así. Necesitamos palabras y afecto. Necesitamos miradas sinceras, charlas profundas, abrazos y te quiero.
Porque el vacío que eso produce es para toda la vida, y no se llena con nada... Y lo peor del caso es que se transforma en un vacío de ida y vuelta, lo que nunca recibiste, nunca lo podrás dar...

Creo que mis últimas primaveras han sido un poco testigos de mi mendigar de amor, de encontrar algo con llenar esos espacios, y finalmente comprender que jamás se llenarán, pero que no tengo que caer en esos mismos pasos y que tengo que ser sentimental, sacar mis emociones y a prueba y error ir encontrando el amor perdido...

lunes, 9 de junio de 2014

La sociedad y el fútbol

Hola, he vuelto, hace millones no escribía una entrada... Ahora con el tema del Mundial del que todos hablan y mirando algunos artículos de diarios y comerciales me vino la idea de crear esta entrada.

Soy Uruguaya, por lo tanto que el Mundial sea en Brasil me lleva a pensar en el Maracanazo. Hace ya unos días en el Cine y Teatro Uamá de Carmelo se exhibió una película documental sobre aquel triunfo. Aquellos jugadores de 1950 eran trabajadores normales, que se destacaban en el campo de juego, y que pidieron ese mes libre porque iban a el Mundial, luego de eso cada uno seguía en la suya.
En cambio hoy en día ser jugador de fútbol es una profesión, y de las mejores pagas. Y está perfecto.

Pero la pregunta es ¿cuándo el fútbol se hizo tan comercial? Ahora cada Mundial es una millonada de pesos gastada en estadios (como en Sudáfrica, que sin poder cargarse a si mismo debe mantener un estadio en pie), unos miles en publicidad y otro tanto en turismo - para la gente que va a ver el Mundial -. Como García Márquez bien dijo en una de sus obras, nadie ve lo que pasa entre mundial y mundial, solo esperan cuatro años vacíos, esperando nuevamente la copa del mundo.
Ayer vi en un noticiero que no dejaban que los jugadores dejen ver las marcas de sus prendas interiores, ya que es para hacer publicidad. ¿Ahora es todo publicidad? Ya no importa el fútbol, importa la plata.

Pero no solo el fútbol perdió su esencia, la vida nuestra de cada día, en la sociedad en la que vivimos ha sufrido lo mismo que el fútbol. Porque como el famoso comercial de Coca-Cola "la vida es como un partido de fútbol" y hasta en el sentimiento de salir campeones hemos involucrado el consumo, imagínense en nuestra vida común en esos cuatro años de espera.


La verdad me indigna todo esto, pero al parecer es lo que somos, no lo que tenemos.

martes, 18 de marzo de 2014

Falsedades

http://blogs.montevideo.com.uy/blognoticia_9744_1.html#form_com

No puedo creer que en la red encuentre este tipo de "manuales para ser hippies", es lo más desatinado, patético y mentiroso que he leído en mi vida. Esto no es ser hippies, esto es mostrarse como alguien que no eres, aparentando ser, cosa totalmente contraria a la vida de los hippies. Gente hipócrita.
Espero que esto no haya sido leído por algún joven tonto y sin información de la vida, por que esto es absurdo. Ser hippie es un estilo de vida, ser vegano o vegetariano también, y no es honrado hacerte pasar por defensor de la Tierra, cuando ni siquiera tiras la basura en su lugar.
¿Y el che guevara y el porro? por favor dejen de llenar la cabeza a nuestros jóvenes con esa clase de ideales, que tal vez fueron los de los hippies, pero no de esos que cuidaban la "madre tierra" en su lenguaje, sino de aquellos que solo toman los ideales de libertinaje y a los otros los olvidan en el camino.
El que escribió esta entrada en su blog, escribió algunas verdades, pero también muchas falsedades.
http://blogs.montevideo.com.uy/blognoticia_9744_1.html#form_com
EMA

viernes, 7 de marzo de 2014

ESOS LUGARES

Todos hemos pasado por lugares que al verlo produce recuerdos, emociones, etc, tanto buenas como malas y otros lugares donde nos conectamos a algo, ya sea una conexión personal o social.
No hay ningún Montevideano, turista o pasante de Montevideo que no haya pasado por la Rambla de dicha ciudad.Y este es justo uno de esos lugares de conexión, y que va más allá de lo personal o social, porque este lugar tiene otro aire, tiene aire de armonía.
En la rambla tenemos una hermosa vista y también una hermosa conexión armoniosa y maravillosa. A un lado de la rambla se encuentra la calle, transitada por todos los autos de la ciudad, y pasando esta calle se encuentra la gran ciudad (de los Uruguayos) con sus edificios altos y su movimiento constante; después está la vereda de la Rambla, la vereda más tranquila, apta para conversar con amigos, pareja, familia, apta para los deportes, ya sea correr o pedalear, es ese lugar de la ciudad donde la tranquilidad se encuentra con tan solo cruzar la calle; luego de esto viene el pasto, ese verde césped que ha sido testigo de esas exploraciones de niños, de esas raspaduras en las rodillas, de esas anotaciones de fútbol o rugby, de esos encuentros secretos con tu novia y de las demostraciones de amor más verdaderas, de las tardes en familia, ese pastito verde guarda un montón de secretos e historias allí vividas; y para completar el cuadro a los pies de todo esto se encuentra el agua, esa agua salada con sus olas variantes dan la idea de inmensidad, de esperanza, de que siempre hay algo más allá...
La Rambla de Montevideo es uno de los pocos lugares de la ciudad donde la hay una conexión de personas con el medio y armonía entre los objetos que la componen, Es un lugar maravilloso.
Aclaro a esta entrada no la hice para hacer propaganda de la Rambla de Montevideo, que es un lindo lugar por cierto, sino que es solo para demostrar esos lugares armoniosos